Rápido pasa la semana y de nuevo nos encontramos a jueves. Hoy vamos a pasar la jornada de caza con el amigo Miguel, y su epagneul breton Perdi. Kira hoy se queda en casa ya que está en celo y queremos ver como va su perro con los conejos. El plan de hoy es ir un rato por la mañana a los conejos y por la tarde ponernos en alguna sombra con los cimbeles en busca de las torcaces y tórtolas en el girasol.

Quedamos a las ocho de la mañana para desayunar tranquilamente y así dar tiempo a los conejos a que se encamen.

LLegamos al coto... Vamos a dar la zona de pasto mas suave ya que, el perro de Miguel no ha cazado nunca conejo y en el monte lo van a torear facilemente.

Empezamos dando una zona que hay de pasto con bastante conejillo... Al asomarnos vemos los dos primeros que zorreados consiguen meterse en las bocas... El perro ha empezado un poco distraido con otros perros y falta que se centre en la tarea.

Miguel va en busca del perro que se ha ido con los perros y me da la escopeta... A la vuelta entra él en el pasto y consigo hacerme con el primer conejo de la mañana... El perro lo muerde con ganas y continuamos.

Vamos dirección a un montecillo muy bonito, pero antes damos unos olivos con pasto muy bueno para que se encamen allí los conejos y  el perro de mejor con ellos.

Nada más entrar se le arranca uno al perro de los pies que corre hacia la parte de arriba... Miguel se encara y dispara pero es un tiro muy difícil y el conejo consigue escapar.

De camino al montecillo son varios los conejos que se dejan ver corretear delante de nosotros... El perro está en baja forma y se nota.

LLegamos al montecillo... Hay bastante conejo allí pero las horas que son ya apenas se dejan ver a no ser que los pisemos o que el perro los levante del encame... Pero desgraciadamente Perdi no está por la labor...

Damos el montecillo sin tirar ni un solo tiro... Hemos visto tres más pero muy tapados.

Damos ahora un barranco muy bonito donde me he podido colgar varios conejetes días atrás... El perro está medio muerto y se queda con nosotros arriba... Así no hacemos nada Miguel!! Le comento mientras le animamos a que bajara.

Solo un conejo vemos que se escurre por el jaleo que tenemos al tirar piedras...

Vamos ya de vuelta por los olivos cuando de nuevo el perro se arranca con otro conejo... Miguel se encara pero se le olvida quitar el seguro y no consigue disparar... La madre que te pario!! Ese conejo le hubiera venido muy bien al perro.

De camino al coche vemos un bando muy bonito de perdices y dos liebres algo largas.

LLegamos al coche con la moral un poco baja... Se ha juntado que el perro está en baja forma y que nunca había cazado conejo... Ahora toca ir a las palomas a ver que tal se nos da.

LLegamos al girasol que vamos a cazar... Es aproximadamente la una del medio día y aprovechamos una sombra para comer y así ver si entran o no palomas.

Sobre la una y media empezamos a ver cada vez más palomas y tórtolas entrar en el girasol... Rápido recogemos y nos dirigimos por mitad de ellos a la postura.

Cargados como íbamos entre ellos parecía que no tenían fin... Arañazos y enganchones cada dos por tres... Sin saber que había un camino que bordeaba la siembra.

LLegamos a la postura y no perdemos tiempo... Mientras él monta el puesto yo me encargo de los cimbeles... Las palomas están moviéndose y Miguel falla las dos primeras palomas estando yo preparando los pichones...

Por fin termino y nos colocamos en el puesto.

Miguel consigue hacerse con una tórtola que cae al arroyo de zarzas que tenemos detrás y no la podemos cobrar.

Empiezan a entrar palomas muy buenas... Miguel, que se de sobra que le pega bien a ellas, hoy no le pega a nada... Paloma que entra la falla... Yo también fallo algunas pero van cayendo poco a poco...

El chorreo de palomas es muy bueno y entran a los cimbeles como tontas.

Según va pasando la tarde el paso de ellas se va acabando... Miguel está renegado y no quiere ni coger la escopeta... Son días Miguel, tu tranquilo!!

Empieza a caer la tarde y las palomas dejan de pasar... Es momento de recoger que llevamos un día practicamente sin parar.

Ha sido una mañana algo regular ya que apenas hemos movido conejos y me voy con el mal sabor de boca de no haberle podido matar algunos conejillos al perro... La tarde ha estado muy entretenida y la percha, aunque podría ser mucho más abultada, no ha estado nada mal. Ha esperar al próximo día con ganas.

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